Hogar

La cama, el mueble de la casa que más repercute sobre tu salud

Pasamos en ella un tercio de nuestra vida

La magnetostática es un factor de suma importancia a la hora de analizar la calidad biótica de un hogar. En esta ocasión, analizamos la cama, el mueble más importante de la casa, porque pasamos en ella un tercio de nuestra vida y es, a su vez, el que más nos puede repercutir sobre nuestra salud.

EL núcleo de la tierra un potente imán

El núcleo de la Tierra está compuesto por un 98% de hierro y un 2% de níquel, esto le confiere propiedades ferromagnéticas. El campo magnético generado tiene una magnitud sobre la superficie de la Tierra de entre 25 y 65 micro Teslas, dependiendo del lugar geográfico. Dicho campo se denomina geomagnetismo y es el responsable de que sea posible la vida sobre la Tierra, ya que este genera la magnetosfera, un potente escudo protector del ionizado viento solar y del resto de radiación cósmica.

Los seres humanos (y el resto de seres vivos) hemos evolucionado desde el origen de la vida en la Tierra influenciados por dicho campo magnético y por tanto estamos adaptados, hasta el punto de que necesitamos dicho geomagnetismo para nuestro correcto funcionamiento bio electromagnético. 

Magnetostática, factor de suma importancia para un hogar saludable

La magnetostática estudia los diversos fenómenos físicos en los que intervienen campos magnéticos constantes en el tiempo. Abarca desde la atracción que ejercen los imanes sobre los metales ferromagnéticos, como el hierro, hasta los campos magnéticos generados por la corriente eléctrica continua. Es, por tanto, un factor de suma importancia a la hora de analizar la calidad biótica global de un hogar.

El empleo habitual de materiales ferromagnéticos en la construcción de los edificios de viviendas modernas suele generar campos magnéticos continuos de mayor o menor intensidad en el interior de múltiples hogares.

Nos referimos a materiales como mallazos para reforzar los cimientos, sumados a las varillas y a las vigas metálicas añadidas al resto de las estructura de los edificios. Lo que ocurre es que dichos materiales de construcción generan un campo magnético con una densidad de flujo muy superior a la existente en dicho lugar por el propio geomagnetismo. 

La cama, ¿por qué es el mueble más importante de nuestro hogar?

En ocasiones, somos nosotros mismos los que introducimos voluntaria e inconscientemente mobiliario con piezas metálicas magnetizadas en el interior de nuestro hogar.

No hay ninguna duda de que el mueble que más usamos, que mas partido le sacamos y que, a su vez, más nos puede repercutir sobre nuestra salud (positiva o negativamente) es nuestra cama, porque pasamos sobre ella un tercio de nuestra vida.

Es, por tanto, el mueble que mas tenemos que estudiar a la hora de decantarnos por un tipo u otro dependiendo de los materiales que hayan sido empleados para su construcción.

Como venimos explicando en los últimos artículos publicados sobre Hogar Saludable, las estancias que más a fondo examinamos en un estudio geoambiental son los dormitorios.

El análisis de la densidad de flujo magnético sobre la superficie de las camas, así como su polaridad se lleva a cabo de forma muy exhaustiva.

Es habitual medir diferencias de densidad de flujo magnético de un punto a otro de la superficie de una cama de mas de 20 microTeslas, debido a la existencia de un colchón con muelles metálicos y/o a un somier o estructura de cama con algunas piezas metálicas magnetizadas. Considerando 20 microTeslas como valor extremo a nivel biológico y no aconsejando sobrepasar los 5 microTeslas. 

Nuestro organismo está constituido por mas de 30 billones de células, las cuales necesitan una estabilidad en lo que a densidad de flujo magnético continuo se refiere.

Por ello, no son aconsejables diferencias significativas de un punto del cuerpo a otro, pero a su vez, todas y cada una de nuestras células necesitan de una polaridad (orientación magnética) similar, de ahí el comprobar paralelamente la desviación en grados de la aguja de nuestra brújula sobre la totalidad de la superficie de las camas.

Es habitual registrar desviaciones de mas de 100 grados sobre la superficie de camas con algún elemento metálico. Considerando 100 grados de desviación de un punto a otro como valor extremo a nivel biológico y aconsejando no sobrepasar los 10 grados.

En ocasiones podemos comprobar como el solicitante del estudio (o alguno de sus familiares) ha estado durmiendo durante años con cada una de sus partes del cuerpo sometida a una polaridad diferente.

Por ejemplo, con la zona de la cabeza hacia el Norte, con el tronco hacia el Oeste y con los pies hacia el Sur, debido a algunas de las fuentes anteriormente mencionadas. 

Soluciones fáciles de llevar a cabo

Cuando el problema de un campo magnético proviene de nuestro colchón de muelles, la solución es tan sencilla como sustituirlo por un modelo sin ninguna pieza metálica y a ser posible sin derivados de la petroquímica como, por ejemplo, los tan extendidos colchones de viscoelástica, ya que son fuentes emanadoras de COVs (compuestos orgánicos volátiles) los cuales inhalaríamos durante toda la noche.

Nos decantaremos por un modelo fabricado con materiales naturales certificados. En el caso de que sea el somier o la propia cama la que incorpora alguna pieza metálica magnetizada, la solución será cambiarla por un modelo 100% fabricado en madera.

Dormir con la cabeza orientada hacia el norte

Una vez analizados todos los puntos anteriores, verificado y corregido posibles anomalías, es el momento de aconsejar la orientación de nuestros cabezales de cama hacia la polaridad óptima para un descanso profundo y reparador.

Dormir con la cabeza hacia el Norte es la mejor de las opciones, pues es sedante y relajante, facilitando un profundo descanso. Dormir con la cabeza hacia el Este es revitalizante, va bien cuando queremos recargar pilas rápidamente.

En cambio, dormir con la cabeza hacia el Sur suele genera tensión y con ello nerviosismo. Finalmente, la opción de dormir con la cabeza hacia el Oeste es desvitalizante hasta el punto de que puede generar depresión. En conclusión podemos elegir entre los 90 grados comprendidos entre el Norte y el Este.

Jose Antonio Alonso

Técnico en Biohabitabilidad, especialista en Mediciones Electromagnéticas y Hogar saludable.

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