Ingredientes tóxicos a evitar en champús y tintes para el pelo
Entrevista a Enery Montes: Peluquera y asesora de imagen

Enery Montes es peluquera profesional y asesora de imagen desde hace treinta años. Actualmente, es responsable de la sección de peluquería del Centro Imagina…t, en Segovia, en el que utilizan productos ecológicos certificados.
En esta entrevista hablamos de los tóxicos presentes en cosméticos de belleza para el cabello y su repercusión sobre nuestro cuerpo.
Champús y acondicionadores
A la hora de comprar un champú o acondicionador, ¿Qué ingredientes recomiendas evitar?
La publicidad nos ha enseñado que un producto con mucha espuma es lo más aconsejable para una buena limpieza, tanto del cabello como del cuero cabelludo.
Para eso necesitamos un buen tensioactivo, pero calidad en este caso no va asociado precisamente a espuma. El Sodium Laureth Sulfate es ese ingrediente que suele aparecer en el INCI a continuación del agua, en segundo lugar, es decir, en gran concentración.
Al igual que el Sodium Lauryl Sulfate, otro tensioactivo, los encontramos, ya sea uno u otro, en todos los productos que hacen espuma: champú, gel de ducha, pasta de dientes, espuma de afeitar, etc.
Sus efectos sobre la piel, el pelo y los ojos no son de lo más saludables. Cualquiera de Uds. puede ver una advertencia en el envase del producto aconsejando aclarar con abundante agua y de forma inmediata los ojos si el producto entra en contacto con ellos.
Algunas firmas son más estrictas y recomiendan acudir al médico. Lógicamente está totalmente desaconsejado en niños menores de tres años.
Otro ingrediente innecesario en un champú es Dimethicone, pero suele aparecer en aquellos champús que llevan en su composición Sodium Laureth Sulfate. Ingredientes como EDTA / Disodium EDTA / Tetrasodium EDTA es verdad que tienen funciones interesantes pero su repercusión en la salud y en el medio ambiente no justifica su uso.
Los perfumes, fragancias y colorantes no aportan al producto nada más que el atractivo visual y olfativo. Cuando un producto contiene Butilfenil Methylpropional (LILIAL) ingrediente considerado por el CCSC (Comité Científico para la Salud de los Consumidores) como inaceptable en productos de uso humano y cuya única función es la de ser ingrediente de fragancia, ¿es necesario arriesgar tanto?
Pero, además, acompañarlo del HICC (Hydroxyisohexyl Carboxaldehído 3-Ciclohexeno) cuya función es la de potenciar la penetración del olor y prolongar su efecto, pero que también es considerado, por el mismo comité, altamente alergénico y que con el tiempo deberá desaparecer en cosméticos. Sigo preguntándome, ¿es necesario arriesgar tanto?
Suelen encontrarse al final del listado de ingredientes, con lo cual su concentración es mínima, casi ridícula; pero a lo largo de nuestra vida lo vamos a encontrar en infinidad de artículos de uso diario, no solo cosméticos, eso como ya comprenderán Uds., dispara las concentraciones finales en nuestro organismo.

Tintes para cabello
Hoy en día es muy frecuente ver a mujeres de todas las edades, incluso hombres, tintándose el pelo, ¿Qué contienen los tintes y hasta qué punto pueden afectar a la salud?
En este sector de nuevo encontramos “Sin Amoníaco, Sin PPD, Sin perfume, con ingredientes vegetales de agricultura ecológica…” pero lo importante, como ya hemos visto, es fijarse en lo que SI llevan.
Que el tinte no huela o no pique es una gran garantía a corto plazo, pero a medio y largo plazo los efectos nocivos pueden ser igual de perjudiciales.
Los colorantes capilares (CI+números) incluidos en los tintes no están exentos de toxicidad, y teniendo en cuenta la frecuencia de uso de estos productos a lo largo de nuestra vida, es un tema para buscar alternativas.
Estas alternativas deben ser al 100% serias y seguras. Que un producto vegetal sea adulterado con un Cl es un doble fraude hacia el consumidor. En la composición sólo debe aparecer el nombre de las plantas (generalmente en latín) y nada más.
¿Por qué a una persona con cáncer no le aconsejas utilizar un tinte convencional? ¿Hay estudios que demuestren su toxicidad o daños sobre la salud?
Partamos de la base de que todos nacemos sanos, y que es a lo largo de nuestra vida, cuando nos convertimos en enfermos. Y es cuando estamos enfermos, cuando nuestra salud toma relevancia.
Prevención en el caso de la cosmética es más sencillo de lo que nos pueda parecer. Eliminar desde que nacemos una serie de ingredientes en el día a día, debería formar parte de nuestra responsabilidad a la hora de comprar y utilizar cosméticos.
Lo hacemos en la alimentación, en el calzado, en la elección de la mejor silla de coche, en el mejor colegio, y así, sucesivamente, en todo aquello que utilizamos en nuestra vida diaria.
Un producto no recomendado para un paciente oncológico, tampoco lo debe ser para una persona sana. Las nuevas líneas cosméticas destinadas a pacientes oncológicos, es decir la oncocosmética es el fraude del nuevo siglo.
Esas mismas firmas, una vez que admiten las consecuencias sobre la salud de ciertos ingredientes cosméticos, no tienen ningún argumento moral ni científico para hacer otro tipo de cosmética destinada a aquellas personas que ellos mismos ignoraron desde que nacieron, ofreciéndoles pequeñas dosis de sustancias que ahora les dicen que son nocivas para su salud. Es cuestión de transparencia, pero el consumidor también tiene su responsabilidad a la hora de elegir y debe asumirla.

Siliconas y Parabenes
Cada vez hay más productos que destacan en sus etiquetas “Sin Parabenes”, ¿quiere decir esto que son seguros para la salud?
Los parabenes son ingredientes químicos que realizan la función de conservantes y cuentan con una nueva regulación tanto en concentración como en prohibición (Reglamento Union Europea, No 1004/2014 de la Comisión de 18 de septiembre de 2014).
Probablemente, sólo se trate de puro marketing, porque el simple hecho de que aparezca SIN de forma visible en el envase ya garantiza el producto y, lo que es más grave, avala de forma generalizada a la marca.
Sin embargo, lo que solemos encontrar en la composición de estos productos es: PHENOXYETHANOL-/ BHT-/ BHA-/ MCI-/ MI). Estos son ingredientes que el consumidor no es capaz de identificar como nocivos a largo plazo.
Por ejemplo: MI (Methylisothiazolinone) se considera un conservante con gran potencial alergénico: “El 1 de abril del 2015 la Comisión Europea lanzó una consulta pública con el objetivo de prohibir su uso en productos para el cabello sin aclarado y limitar su concentración en productos enjuagados.”
De hecho, desde el 16 julio de 2015, MI ya estaba regulado con restricciones de uso y concentraciones al encontrarse en el listado de ingredientes acompañado de MCI (Methylcloroisothiazolinone). MI y MCI no pueden ir juntos, en el listado de ingredientes, cuando el producto no se enjuague.
Es imposible, inviable e inaceptable que el consumidor final tenga que conocer todo este entramado legal. Pero para las firmas fabricantes y sus distribuidores forma parte de su obligación.

¿Qué son las siliconas, donde se encuentran y cómo actúan sobre el cabello?
De una forma poco técnica pero muy comprensible sería un tipo de plástico. Lo que conseguiremos sobre el cabello será una sensación de sedosidad al tacto, pero si viésemos ese cabello al microscopio una vez quitado el plastificante lo que tendremos es un cabello con toda su estructura externa destruida. Repitiendo las aplicaciones en cada lavado nunca conseguiremos reparar el problema simplemente maquillarlo y cronificarlo.
Espumas, gomina, lacas, serum…cuéntanos sobre este tipo de productos que también se utilizan cotidianamente.
El protocolo a la hora de lavar y dar forma al cabello debe de ser consecuente en todo el proceso. Comenzar con un buen champú para continuar con una mascarilla con siliconas y terminar con una laca, por ejemplo, con HICC, esto no tiene ningún sentido.
Una buena paella es aquella que en su elaboración se han incluido los mejores ingredientes. El ingrediente principal es el arroz, pero los aditivos añadidos pueden estropear el resultado final o como mínimo devaluarlo.
Por lo tanto champú, acondicionador, geles, mousse, cera y lacas deben ser siempre elegidos con el mismo criterio, sin ingredientes nocivos para la salud.
Recuerden, tan importante es la sal como el arroz. Cuando alguien es hipertenso, la sal, que es el ingrediente en menor concentración en la elaboración de la paella, pero se lo prohibirán, luego también era importante la cantidad.

Alternativas 100% serias y seguras
¿En qué consiste la labor de divulgación y asesoramiento que realizas?
Tenemos una responsabilidad ante los clientes que han depositado su confianza en nosotros. No somos fabricantes ni distribuidores, simplemente, asumimos informarles sobre los productos que utilizamos con ellos en el día a día. En el centro seleccionamos todos los productos que nos presentan, hasta el punto de hacer nuestras propias fichas y análisis de aquellos que no lleven un aval eco-certificador.
La cosmética pseudo-natural intenta conseguir un valor en el mercado que nada tiene que ver con nuestro concepto de salud y belleza. Por eso, en la fachada tenemos un escaparate que como cualquier negocio intenta que sea lo más publicitario e informativo posible. Sólo que en este caso nuestra empresa decidió que fuese una información-denuncia.
Intentamos de forma gráfica mostrar al cliente donde se encuentran esos ingredientes que parte de la comunidad científica y médica consideran innecesarios y perjudiciales para la salud, pero cuyas advertencias no aparecen en los envases, ni en la publicidad de TV o revistas.
¿Qué alternativas naturales existen en el mercado? ¿Se consigue el mismo resultado?
Renunciar a ingredientes nocivos, no significa renunciar a una estética y a una higiene. En el mercado existen alternativas, bien sea confiando en sellos certificadores tipo BDIH, ECOCERT, BIOCOSMETIC…, o sabiendo interpretar la lista de ingredientes y evitando los que ya se han demostrado sus consecuencias sobre la salud y el medio ambiente.
Entonces, es posible combinar belleza y salud en la actualidad, pero ¿cómo responden tus clientes cuando
les comentas sobre los productos que utilizas?
Las prioridades las generamos las personas y los profesionales de peluquería en este caso. Cuando un cliente se siente informado desde la formación, se plantea muchas dudas y comienza a encontrar el hilo conductor de algunos porqués.
Frases comunes como: “De algo hay que morir”, “Si fuese malo no se vendería, y menos en farmacias y herbolarios”, “Pero yo utilizo muy pocas cosas”, “Mi niño ya nació con dermatitis, porque yo también tengo dermatitis atópica”, “Es imposible todo lleva algo”, etc.

Todos estos comentarios son sólo justificaciones ante la desinformación sobre las consecuencias que los cosméticos tienen en nuestro organismo.
Todo no es posible (moldeados, alisados, mechas rubias o colores fantasía), pero el resto es totalmente compatible con la salud y la estética, hablo desde la realidad, no desde la utopía.
El servicio que ofrecemos en nuestro centro de peluquería y estética es un proyecto pensado y desarrollado durante muchos años, a conciencia, donde los resultados se demuestran en el día a día. Cuando una persona comprueba los beneficios estéticos y, al mismo tiempo, sobre su salud de los productos ecocertificados, es impensable la vuelta atrás.
En su momento fuimos pioneros a nivel local y nacional, hoy en día, afortunadamente, somos cada vez más profesionales los que apostamos por la cosmética ecocertificada, y también muchas las personas que la están incorporando en su vida diaria, conscientes de que así están cuidando su imagen y, de la misma manera, su salud.