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Cúrcuma: una especia con gran potencial

La cúrcuma es un ingrediente imprescindible en la cocina hindú. Se trata de una especie de color amarillo anaranjado intenso,con múltiples aplicaciones y efectos beneficiosos para el cuerpo.

La cúrcuma es una especia utilizada, originariamente, en la cocina hindú. Forma parte del curry que añaden a muchos de sus platos. Su inconfundible color amarilloanaranjado intenso, no pasa desapercibido en los platos, haciéndolos más vistosos.
Esta especia se obtiene de una planta conocida como Curcuma Longa, que posee un rizoma que una vez seco y desprovisto de las raíces, se cuece en agua y se deseca de nuevo antes de su molturación.

Sus beneficios sobre la salud han sido investigados desde mediados del siglo XX. 

El primer estudio al respecto fue publicado en 1937, pudiéndose encontrar en la actualidad unas 9.000 publicaciones distintas. La mayoría de los estudios se han centrado en uno de sus principios activos, la curcumina, responsable de su color, aunque hoy en día se conocen muchos otros compuestos contenidos en la cúrcuma, que también contribuyen a generar esos efectos sobre la salud.

No se ha descrito ningún tipo de toxicidad al utilizar esta especia. Tiene un sabor suave, aunque ligeramente amargo, por eso, añádelo habitualmente a tus platos, ya que sólo puede aportar efectos beneficiosos.

INCREÍBLES BENEFICIOS

La cúrcuma ha mostrado ser muy efectiva utilizada como agente antibacteriano, antifúngico y antiparasitario. 

También tiene efecto sobre el tejido de varios órganos del cuerpo, como por ejemplo la piel, ya que aplicada directamente sobre la piel tiene poder cicatrizante sobre las heridas, e incluso tiene efectos benéficos sobre la psoriasis, la dermatitis o el cáncer de piel. 

El hígado también se beneficia debido a su efecto hepatoprotector frente a diversas sustancias tóxicas, ayudando a reducir, por ejemplo, la toxicidad que algunos medicamentos tienen sobre el hígado. Del mismo modo, el sistema digestivo se beneficia de la ingesta de cúrcuma, ya que reduce la acidez gástrica, protege frente a la aparición de gastritis, úlceras y adenocarcinoma gástrico.

Otro de sus efectos sobre la salud es su actividad antiinflamatoria, evitando el desarrollo de los procesos inflamatorios a través de diversos mecanismos, reduciendo tanto el nivel de inflamación aguda como el crónico, siendo efectivo en el tratamiento de la artritis reumatoide, del asma y de la osteoartritis, así como en enfermedades neurológicas como el Alzheimer y el Parkinson. 

También tiene efecto estimulante sobre el sistema inmunológico, aumentando la respuesta de los linfocitos, pudiendo contribuir en el tratamiento de enfermedades inmunológicas mediadas.

Igualmente, la cúrcuma tiene un potente efecto antioxidante, evitando los procesos de peroxidación lipídica que están detrás del desarrollo de múltiples enfermedades como lo son las cardiovasculares. Esta propiedad es muy importante para el desarrollo de la arteriosclerosis, que sumado a su efecto antitrombótico, hipotensor y antiagregante plaquetario, lo convierte en una sustancia que ayuda a prevenir y combatir esta enfermedad. 

Además, la cúrcuma mejora el estado metabólico y reduce el colesterol, los triglicéridos y los fosfolípidos, ya que entre otros factores aumenta la excreción biliar de colesterol y bilirrubina. También reduce el estrés oxidativo en las células, tanto como la vitamina E, especialmente en las células hepáticas, renales y en las del ojo, ayudando a prevenir las cataratas y la uveítis ocular, además de reducir los problemas derivados de la diabetes. 

 EFECTO ANTICANCERÍGENO: UNO DE LOS MÁS ESTUDIADOS

A pesar de estos innumerables efectos sobre la salud, uno de los más estudiados en la actualidad es su efecto anticancerígeno en la prevención y tratamiento del cáncer. 

Se ha probado en numerosos estudios su actividad antiproliferativa, antitumoral y anticancerosa, impidiendo el crecimiento de las masas tumorales y favoreciendo la apoptosis o muerte celular de estos tejidos. 

Los tipos de cáncer sobre los que se ha observado su efectividad son el de piel, pulmón, colon y duodeno.

Todos estos efectos descritos para la cúrcuma, se han observado en estudios realizados con altas dosis de extractos de curcumina de aproximadamente unos 3,6g al día. Teniendo en cuenta que una cucharadita de cúrcuma aportaría unos 0,2g de curcumina, es prácticamente imposible que utilizándose en la elaboración de recetas se llegue a alcanzar una dosis terapéutica. 

A pesar de ello, se ha demostrado que podemos aumentar la absorción de la cúrcuma si la combinamos con pimienta negra y algún tipo de grasa como el aceite de oliva, especialmente si cocinamos con ella, de forma que su biodisponibilidad puede aumentar más de 20 veces.

También es cierto que se han encontrado diversos compuestos en la cúrcuma, además de la curcumina, que pueden contribuir a generar todos los efectos sobre la salud descritos anteriormente.

En cambio, si queremos beneficiarnos de sus propiedades terapéuticas, debemos recurrir a algún profesional de la salud que nos pueda recomendar tomar algún comprimido que aporte una cantidad significativa de este compuesto en función de nuestra patología. 

Si se emplean, se debe tener en cuenta que existen ciertos efectos que pueden generar consecuencias no deseadas en personas que tengan obstrucción en las vías biliares o en aquellas que padezcan úlceras gastrointestinales. Además, si se toma algún medicamento anticoagulante puede incrementar el riesgo de moretones y de sangrado.

Así que, como no se ha descrito ningún tipo de toxicidad al utilizar esta especie, y tiene un sabor suave, aunque ligeramente amargo, añádelo habitualmente a tus platos, ya que sólo puede aportar efectos beneficiosos para la salud.

Pablo Vidal

Nutricionista especializado en comida saludable

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